Los gríllidos (Gryllidae) son una familia de insectos ortópteros de la superfamilia Grylloidea, dentro del suborden Ensifera y del orden Orthoptera. A esta familia pertenecen insectos conocidos vulgarmente como grillos. Son por lo general insectos de color marrón oscuro a negro, con hábitos nocturnos. Algunas especies se encuentran en las casas, los grillos domésticos, por ejemplo Acheta domesticus en zonas templadas y Gryllodes supplicans o Gryllodes sigillatus en zonas tropicales.
Los grillos están emparentados con las langostas (saltamontes). Sus patas están adaptadas al salto, sin embargo saltan menos que los saltamontes, lo que los hace más torpes. A cambio, corren por el suelo con rapidez. Excavan una madriguera en el suelo, que consiste en una galería de más de medio metro, y que termina en una habitación esférica. La entrada a su madriguera la mantienen limpia en una gran extensión, ya que la utilizan para zona de "canto" y así atraer a las hembras (sólo los machos cantan). Para producir el sonido tan peculiar de estos insectos, levantan ligeramente sus alas y las frotan una contra la otra. Las hembras son capaces de captar este sonido gracias a que, como la mayoría de los ortópteros, poseen órganos timpánicos. Su régimen alimenticio es omnívoro: comen tanto hojas y tallos como insectos. Los grillos son venenosos pero no inyectan veneno, que de todas maneras no afecta al organismo humano.
Sólo los grillos machos emiten el famoso canto frotando sus alas (que han perdido su función de vuelo) , las hembras se diferencian de éstos en el caso del Grillo común Acheta domesticus porque son de color más oscuro, sus alas son lisas y poseen un apéndice (el ovipositor) en el extremo del abdomen que le permite poner sus huevos bajo tierra introduciéndolo éste mientras efectúa la puesta.
El grillo es un insecto territorial muy agresivo contra sus congéneres con los cuales entabla combates , siendo frecuente encontrar ejemplares (sobre todo machos) a los que les falta una o varias patas o con las alas destrozadas por las mandíbulas de un rival. Esta costumbre territorial los ha hecho famosos en Tailandia donde los habitantes locales suelen realizar combates de grillos en pequeños recipientes e incluso realizan apuestas.